miércoles, 10 de noviembre de 2010

Para discutir

Nativos digitales ha sido quizás la denominación que más ha cautivado en la descripción de los jóvenes nacidos tras los 90. A partir de esa metáfora pensada a comienzos de este siglo, ríos de tinta se han escrito. Sin dudas, Marc Prensky dio en el clavo, cuando denominó de esa manera a los  nacidos en un mundo ya digital. Pero también es cierto que ésa es una forma de categorizar que levanta dudas, suspicacias, adhesiones y rechazos. De hecho, para muchos analistas, agranda indebidamente una brecha generacional con los adultos, y especialmente: atemoriza a los docentes quienes se sienten en desventaja frente a las habilidades digitales de sus alumnos.

Nativos Digitales

Recientemente Javier Velilla dedicaba en su blog varias entradas a los Nativos Digitales y en ellas recordaba que:
“Hace unos meses el consultor creativo y estratégico experto en el mundo de los jóvenes, Jeroen Boschma (2008), retomaba este análisis en su libro Generación Einstein. En su opinión, las personas que nacieron después de 1988 forman parte de una generación de nativos digitales que “les ha dotado de una manera de procesar la información más cercana a Einstein (creativo y multidisciplinar) que a Newton (racional, lógico y lineal)”. Es decir, determinados elementos compartidos definen unos principios comunes sobre la visión de la vida, el contexto y, por supuesto, los valores”.
Sin embargo, hay un aspecto que valdría la pena repensar acerca de estas denominaciones, y es el hecho de que esos nombres no dejan de poner el acento en forma casi única, central y categórica en el contexto tecnocultural (digital) de nacimiento dejando por fuera otras aristas que hacen a la cuestión generacional. ¿Determinismo tecnológico? Mmmmhh…


Ps. Roberto Balaguer

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